martes, 28 de junio de 2011

Un fragmento llamado democracia mesiánica

Es difícil no dejarse llevar por la empatía con los sentimientos y las urgencias de las víctimas directas de la guerra contra el narco. Sucede que la reunión de Felipe Calderón y Javier Sicilia se trató medularmente de dar espacio a la denuncia de casos representativos de la intransigencia de la guerra contra el narcotráfico, siempre frente al presidente, de manera que - habría que asumirlo - también se trató de recordarnos a quién tendríamos que reconocer como autoridad. No hay que dejarse distraer, ¿hace cuánto que habíamos ya superado ese detalle de que la lucha no es contra el narcotráfico? Le cambian de nombre, se desdicen, pero se cuidan de no tener nunca como interlocutor a una oposición contundente y elocuente, y siguen reproduciendo a todas voces el mismo discurso cursi del gobierno valiente que emprende la guerra contra el narcotráfico. La reunión no sirvió para lo que urgía que sirviera, imposible que de Juárez a Chapultepec lo hayan olvidado, ¿por qué dejaron las propuestas allá?
Aquí un análisis de Granados Chapa, Ackerman, Ricardo Rocha y Virgilio Caballero que puede ser útil para darnos cuenta de las interpretaciones de las que es suceptible cada evento de este tipo:

http://encuentroddn.blogspot.com/2011/06/programa-del-26-de-junio.html