miércoles, 1 de mayo de 2013

Divide y vencerás


Hacer una ley para prohibir las corridas de toros no suena (para cierta mayoría), tan absurdo ahora, como seguramente sonaría hace apenas 3 generaciones para una determinada mayoría con voz y voto.
A lo largo de los años han existido tanto personas que no entienden de corridas de toros como personas que no entienden de dignidad animal.  No hay ninguna diferencia en derecho entre ellos; ante la Constitución, sus derechos son idénticos y las leyes deben hacerse con respeto y para permitir la convivencia entre ambos.
La idea nada genial ni progresista de una ley prohibicionista, dificulta la convivencia entre estos dos grupos susceptibles de moverse más probablemente mediante la cultura, la convivencia y la reflexión (la educación), que por medio de la amenaza.
La prohibición se aplica cuando hay un acuerdo moral, una visión conjunta sobre lo que es bueno y es malo, o en otras palabras, sobre lo que sirve y sobre lo que lastima la sociedad.
Nuestro sistema político se basa en la representación de los intereses ciudadanos por medio de partidos políticos que idealmente propondrían como representantes a profesionales de la política que sabrían dialogar entre sí, y generar acuerdos para la convivencia.
La división de intereses ya sabemos que existe, los partidos en este país se dan el lujo de existir a costa de millones de pesos en impuestos de los ciudadanos, pero la representación, el profesionalismo, el diálogo y los acuerdos no aparecen por ningún lado.
La política, por lo pronto, sigue siendo el espacio donde se caricaturizan nuestros conflictos mientras las verdaderas decisiones son tomadas sin otro consenso que el del poder económico.
Así que el verdadero problema tal vez no son las corridas de toros, sino las drogas, su comercio y su producción; y puede ser que mientras nosotros nos subimos a un barco desde el chantaje, o a otro desde una vana identidad; el razonamiento y la posibilidad de estudiar se confronte con el anonimato del dinero ilegal.
(Publicado el 21 de noviembre 2012 en Zona Franca).

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